Tu ausencia hiela
y diciembre te nombra:
flor de mi estío.
El 8 de diciembre de 1943 nació en Melbourne, Estados Unidos, James Douglas "Jim" Morrison. Presentarlo más es redundancia. Su sello: The Doors. Azares -o infortunios- conspiraron para que Morrison, naciera el mismo día en el que años después sería asesinado Jhon Lennon. Por tanto hace 30 años ambos sucesos (sobre todo el segundo) están opacándose uno a otro. Sin embargo, casi a modo de reivindicación, el mítico vocalista regresa a escena esta semana con la noticia de que las autoridades del Estado de Florida (EE.UU.) le “perdonaron” el delito de exhibición indecente que cometió hace 41 años.
Patricia Kennealy Morrison, la viuda de Jim, opinó en declaraciones a la cadena CNN que la decisión del comité de clemencia no le sorprende. Agregó, pese a ello, que “no había nada por lo que el cantante debiera ser perdonado”.
"A pesar de que esa noche había 10.000 personas (en el espectáculo), no hay ni una foto", dijo la mujer de 64 años al referirse al famoso concierto en el que Morrison no solo se desnudó, sino que también -se comenta- intentó masturbarse en público.
Este insólito episodio de indulto coincide -por casualidad o sin ella- con el momento en que recobra protagonismo el nuevo documental que narra la vida de Jim Morrison como líder de The Doors.
Dirigido por Tom DiCillo (La Ley y el Orden), el documental When You're Strange: A Film About The Doors (2009), se presenta como uno de los mejores trabajos de recopilación de la mítica banda y su carismático vocalista. El material audiovisual, que ya fue exhibido en varios festivales internacionales está estrenándose en distintos países a destiempo.
Este viernes 10, varios medios de prensa españoles publicaron entrevistas donde DiCillo detalla el proceso creativo y de investigación que hay tras el documental. El trabajo cuenta con dos puntos extra que lo potencian: imágenes de archivo inéditas y la participación de Jhonny Deep como narrador. When You're Strange se publicita como un nuevo tributo a Morrison, centrado en piezas exclusivas recogidas entre los años 1966 y 1971, pero se le critica el ser demasiado halagador.
“No he tratado de juzgar a nadie ni de realizar un retrato de Jim. Se han dicho mucho sobre él. Leyendas, tonterías. Siento respeto por los cuatro. Las imágenes en la que buceé dos años me brindaron una visión íntima de ellos. Para mí lo fundamental era ser honesto. Morrison me parece inmensamente más interesante como ser humano que como dios o demonio. Vivió y respiró. Aceptar eso era la única manera de mostrar la profunda impresión que me causó”, respondió ante tales cuestionamientos el director en entrevista publicada en La Razón.
Lo bueno de vagar sin rumbo es que se descubren cosas inesperadas. Suele decirse que lo que no se busca no se encuentra, y en cierto modo es verdad. Hay que buscar lo que se quiere, para poder encontrarlo. Sin embargo, dicha premisa no atiende el factor aleatorio de la vida. Sus sorpresas. Lo inesperado.
Así llegó Jaurès, uno de los últimos trabajos de la banda francesa Zebda, en el que rinden homenaje a este político galo al conmemorarse 150 años de su nacimiento. Las pocas palabras que logré entender del texto introductorio, y la hermosa melodía que le precede, me embarcaron en una búsqueda para conocerlo más. De lo inesperado a lo deseado. Como reconfirmando que el arte –en todas sus manifestaciones- es una importante herramienta para la educación.
Jean Jaurès (1859–1914) “sostuvo un socialismo humanista, en el que se mezclan patriotismo e internacionalismo, individualismo y colectivismo, reforma y revolución. Defendió el valor de la democracia parlamentaria” en la Francia de finales del siglo XIX.
Tras la muerte de Jaurès (asesinado por ultranacionalistas franceses en vísperas del estallido de la Primera Guerra Mundial), León Trostky le rindió tributo. En un texto diáfano, lo describió como un hombre de “complexión poderosa, espíritu enérgico, temperamento genial, trabajador infatigable (y) orador de maravilloso verbo”.
Trostky narró que “Jaurès ocupaba siempre de forma natural el primer plano, a tan gran distancia de sus rivales, que no podía sentir necesidad alguna de conciliar sus posiciones por medio de intrigas o maquinaciones. (…)”. Lo definió como un filósofo “de temperamento tolerante”, que repeló toda forma de sectarismo, y lo calificó como un “genio”.
“Hace tres años que (Jaurès), raro regalo de la naturaleza a la humanidad, murió tras haberse mostrado en toda su plenitud. ¿Acaso la estética de su fisonomía exigía tal fin? Los grandes hombres saben desaparecer a tiempo. Cuando sintió la muerte, Tolstoi tomó un bastón y huyó de la sociedad que despreciaba para morir como peregrino en una oscura aldea. (Paul) Lafargue, un epicúreo con algo de estoico, vivió en una atmósfera de paz y meditación hasta los 70 años, decidió que ya era suficiente y se envenenó. Jaurès, atleta de la idea, cayó en la arena combatiendo el más terrible azote de la humanidad: la guerra. Y pasará a la historia como el precursor, el prototipo del hombre superior que nacerá de los sufrimientos y las caídas, de las esperanzas y la lucha”.
Un artista logra plasmar su esencia en lo que hace. Capta la atención de quien contempla y llena de magia el entorno en el que se desarrolla. Sorprende. Es atemporal.
Hace pocas horas descubrí el delicado pulso de Michael Dudok de Wit, un holandés que cautiva a muchos desde hace varios años con su técnica para contar historias dotadas de brillo, personalidad y creatividad.
Sus delicados modos de narración se tradujeron en destacados galardones internacionales. Alcanzó incluso la conquista de un premio Oscar en 2001 por su cortometraje animado Father and Daughter (2000), según se detalla en IMDB.com.
Sus trabajos más recientes mantienen la misma esencia, y pueden encontrarse navegando un poco en la red. Sin embargo, al tratar de investigar más aparecen datos sobre sus trabajos, pero poco material que describa al autor.
Halagos y reconocimientos sin duda sobran. Algunos lo señalan como “el poeta de las imágenes”; otros “el animador humanista”. Una breve reseña sobre su trayectoria detalla que nació en el año 1953, que estudió grabado en Ginebra y animación en Inglaterra.
Father and Daughter es la historia de un hombre que se despide de su hija y parte hacia otro lugar. Con el tiempo ella crece, forma su propia familia, y envejece. Pero en su interior se mantendrá siempre el profundo anhelo por el reencuentro con aquel hombre que un día le dijo adiós.
El flamenco es pasión. Es un espacio en el tiempo donde amor y muerte se dan la mano. Es un arte de narrar con canto y baile. En “Lluvia”, un espectáculo dirigido por la coreógrafa y bailarina española Eva Yerbabuena se potencia esa pulsión en un solo cuerpo.
“Lluvia”, es una historia contada con desgarro que lleva al espectador por el recorrido íntimo de un corazón, luego de la pérdida de un amor. Un comienzo truculento, un desarrollo que rememora el pasado feliz y un final que desangra el cuerpo entero, ponen en el escenario el sentimiento más potente, más aterrador y también el más hermoso: el amor.
Dice Eva Yerbabuena en la presentación de su espectáculo: “Lluvia nace de un día gris de pura melancolía. Quiero explorar mis inicios, incómodamente quizás un poco a todos aquellos que creen conocerme. Mis orígenes son el amor en la más pura soledad. Quiero decir con esto que no creo en el amor maravilloso, sino en aquel que te hace conocer partes de tu esencia que ni siquiera sabías que existían, partes de tu esencia que conoces a través del dolor que provoca esa forma de pureza que llamamos desamor”.
El Puzzle from CIPÓ Company on Vimeo.
Durante su funeral transmitido en vivo por la televisión, se vio al público agolpándose para rendirle homenaje antes de su entierro. Hubo aplausos, ovaciones y emociones encontradas. Dolor, angustia y rabia mezclados por una circunstancia que en Uruguay es pan de todos los días.
Más allá de las causas del hecho, ¿tiene que trascender para recordar que esto pasa a diario? Son decenas las familias que sufren instancias similares cotidianamente y muchos los que lamentamos contar al menos a un amigo o conocido que se desgarró en el anonimato (sin la mirada atenta de las cámaras) por la pérdida irrecuperable de un ser amado en un accidente, o como ha dado en denominarse, siniestro vial. Esa herida no sana nunca. Pero la obligación de reflexionar sobre el problema y tomar decisiones personales y compartidas para combatirlo, tampoco debería pasar al olvido.
Si sigo así voy a cumplir un mes sin postear y seguiré esperando ver una buena película que valga la pena comentar. Cómo no puedo seguir en ese plan, se me dio por meter letra a la nada. Solo por decir: actualizo. Es algo así como cuando se hacen películas por hacer. Una gripe con yagas y otro paquete incluido me mandó unos días a la cama y pasé buena parte del tiempo mirando películas que encontré al alcance de la mano. Mmm…
“Antes de partir” con Jack Nicholson y Morgan Freeman, un empresario y un mecánico desahuciados por una enfermedad terminal que los motiva a hacer aquello que nunca intentaron siquiera en toda su vida. Mucha moraleja, detalles divertidos, humor negro de a ratos, pero en definitiva, cliché.
“Dan in Real Life” con Steve Carell y Juliette Binoche. Dos sujetos de mediana edad que se encuentran fortuitamente en una librería y establecen una “conexión” a primera vista. Él se enamora, ella trata de escapar a un esbozo de sentimiento similar porque mantiene una relación con otra persona, nada más y nada menos que con el hermano de Dan. Alcanza imaginarse cualquier otra película con similar argumento para decir que ésta es de escaso interés. No tiene un guión con algún momento interesante, y ni los escenarios o paisajes donde se teje la trama alcanzan para decir que al menos valió la pena la contemplación.
“Hombres de mentes” o “Los hombres que miraban fijamente a las cabras”, esta es buena… Tiene un elenco variado -y en algunos casos buenos actores de la talla de George Clooney, Ewan McGregor, Kevin Spacey, Jeff Bridges y Robert Patrick-, pero es un viaje pleno al asombro. Con la bandera de dejar volar la imaginación, el director (Grant Heslov) delira con que en el ejército estadounidense hubo (o hay) un equipo de “soldados místicos” que lucha contra el enemigo de siempre (terroristas islámicos) y cuyo plan de entrenamiento incluye dominar la mente de una cabra, usando solo la mirada. Un comienzo, un desarrollo y un final, sin sentido.
Tres muestras de una lista variada que completa la actualización de las películas para el olvido, y del blog. De paso.
La cantante colombiana creyó que ser mundialmente famosa la habilitaba a todo. Se desilusionó. El Ayuntamiento de Barcelona estudia multar a la cantante por bañarse en una fuente y montar en el asiento de atrás una moto Harley-Davidson sin el casco reglamentario por las calles de la ciudad durante la grabación de su nuevo videoclip.
Hace un año, el consistorio barcelonés impuso una multa a los promotores de los conciertos de la banda irlandesa U2 en el Camp Nou por haber incumplido la banda liderada por Bono los horarios concedidos para los ensayos del espectáculo 360º Tour y excederse en el nivel de ruido permitido, recordó la web 20minutos.es.
Muchas veces de adultos, olvidamos lo que soñábamos ser de niños. En aquellos años había una lista de profesiones, juegos e incluso delirios que deseábamos ser. Hoy somos –quizás-, distintos a los que soñamos. Sin embargo la posibilidad del sueño –quizás-, podría seguir intacta. Eso es lo que me recuerda el disco “Acuérdate de vivir”, de Ismael Serrano. En este último trabajo el artista recorre esas premisas: las de lo que podríamos ser, en contraste con lo que somos.
En el disco hay recorridos por dolores del presente, con recuerdos del pasado y esperanzas de futuro. Una melancolía sombría rodea muchos temas, y pese a ello la fe parece nunca dejarlo. Como en “Te vas”, donde canta el adiós a una pareja, y repasa los mensajes de fantasmas que le susurran qué camino tomar tras la distancia. Lo mismo que en “No reconozco”.
El disco es uniforme, pero en “Espejismo” detengo la respiración y suspiro. Allí encuentro un mundo de coincidencias, encuentro claves del trabajo que están esparcidas por todo el disco. Allí, está la esencia de todos los discos de Serrano. También la de éste. Sus ideas, sus sueños, sus modos de contar cómo ve, siente y vive la realidad, esa que “termina donde acaba el espejismo”.
Finalmente, luego de canciones dedicadas a diversos tópicos -donde hay espacio a todo, incluso a “Preguntas”-, Serrano presenta el “Balance” de este tiempo. Allí se enfrenta a su ser. A lo que quiso ser y a lo que es… irremediablemente.
“Es un defecto común en los hombres el decir más fácilmente lo que quieren que sea oído por otro que ceñirse a la verdad, Pero, para que los hombres puedan ceñirse a la verdad, tendrán primero que conocer los errores, Y practicarlos, No sabría responder a la pregunta con un simple sí o un simple no, pero creo en la necesidad del error.”
Fragmento de Memorial del convento
José Saramago
Ismael Serrano, tiene una dulzura única. Este trovador consolidado de la música española ya conquistó millones de corazones en toda Iberoamérica. Uno de esos, el mío.
Este video es de un recital que realizó en Buenos Aires en 2008. Aquí cuenta los pormenores e intimidades de Recuerdo, un tema de su disco La memoria de los peces. Es un instante de luz, poesía pura.
Recibí en una cadena de mails esta carta del director técnico Marcelo Bielsa. Procuré encontrar datos de referencia sobre el momento en que la escribió, pero no di con uno acertado. No importa. Valen las palabras que usó para los fracasos y los éxitos en la vida. Vale por sí misma. Vale leerla:
En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.
Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo porque quiero ganar cuando compito, si no distinguiera qué es lo realmente formativo, y qué es secundario, me estaría equivocando.
Son los tres o cuatro elementos con lo que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa las virtudes alrededor de las cuales quiere vivir.
Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos las describen con un peso tan significativo, que pareciera imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es el único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo. Cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen ese tipo de cosas, que se describan millonarios, que se lo describan famosos, que se lo describan extraídos de la realidad social, fuera de la gente común.
No permita que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganas, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste.
Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no lo logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo que te adulen por haber ganado, no porque mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el término, es impostora.
Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver con los fracasos; los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes.
Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro, yo aprendí por el deporte que la generosidad es mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía.
Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfrute del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo, yo tengo un amor profundo por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que fueron agregando para convertirlo extrañamente, en deseado. Para explicar un poquito mejor esto, sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de adrenalina al tope, que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible.
Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que popular, que mucho más importante es el recorrido con que uno llega a un lugar, que el éxito o no, que se obtenga en la búsqueda. Que los hechos son mucho más significativos que las palabras, que demostrar es más importante que hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte noble y evitar que ingrese la información que riega nuestros bajos instintos. Nunca me deje tentar con los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol está concebido así, tiene que haber una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano.
Marcelo Alberto Bielsa
Llegué a mi tercera década. La estoy estrenado. Según marcaban los usos y costumbres sociales con los que me criaron a esta edad una mujer estaba establecida. Tendría una profesión, independencia económica y una familia. Su propia familia: marido, hijos…
No es mi caso. Mis 30 me llegan con años más de experiencia que mis “veintes”, y con la mitad del camino recorrido. Eso me resulta un buen promedio. Digamos que tan mal no vengo, el 50 por ciento lo tengo resuelto y en camino. Lo restante está totalmente incompleto.
Siento un desafío extraño por delante. El de pelear por mí. Por saber quién soy, qué quiero, adonde voy. Preguntas un tanto redundantes, porque resulta que me las he formulado en otros tantos momentos de la vida. Pero aquí voy de nuevo “a por ellas”…
Llegué a mis 30. Muchas cosas que suponía serían… no fueron. Hoy es lo que es. Un momento maravilloso para andar, cayendo a veces, pero sin perder la fortaleza para volver a levantarme y seguir.
Llegué a mis 30, me merezco un buen postre. ¡Claro que sí! De esos bien dulces y cargados que me gustan a mi. Esos que te dejan varios kilos extra de una vez, esos que se suman a algunas canas que descubrí en mi cabello, a pequeñas nuevas arrugas en el rostro y a la nueva “guerra” contra la papada… ¡Que vengan, si faltan kilómetros por recorrer! No quiero pelear contra el paso del tiempo, quiero avanzar y crecer con él.