No da para más

Si cada acto de violencia en la sociedad derivara en un paro, viviríamos en una crisis total. Eso sucedió este sábado con el paro que determinaron los trabajadores del transporte en Montevideo y la zona metropolitana. Un paro decretado una vez más para reclamar seguridad.


¿Para quienes? Para ellos. Pero la seguridad del resto, ¿no cuenta?


Otra vez las paradas repletas de personas, otra vez las quejas, el enojo. El creciente enojo por sentirse rehén de una situación. Y cada vez con más razón.


Con los paros en el transporte los únicos que pierden son los usuarios del transporte. Los que lo mantienen. Los que pagan sus boletos cada vez que suben al ómnibus. Esos son los que pierden.


Este sábado pasó una vez más. Y la bomba de tiempo parece que está por estallar. O al menos yo como usuaria del sistema de transporte estoy al borde. Creo que esto así no da para más.


Esperé 40 minutos un ómnibus capitalino que nunca pasó. Pero antes de desistir de mi propósito de viajar pasó una línea que me dejaría “cerca” del destino al que me dirigía. Lo paré y pense: “Lo tomo y al bajar me subo a un taxímetro y completo el viaje a mi destino”. El asunto es que tampoco había taxis -también estaban de paro-, y tampoco quería pagar más por algo que debo tener a $17, que es el costo de un boleto urbano. Decido bajarme, lo cual ofendió al chofer. Decidí no emitir comentarios y cambié de planes.


Posicionada ya en otro lugar y con otro destino más largo en mente esperé otros 40 minutos más que en la Terminal de ómnibus metropolitanos alguno de los anunciados “servicios de emergencia” decidiera salir a la calle. Éramos tantos esperando el bendito “servicio especial” que cuando apareció se completó el viaje antes de salir. Eso marcaba claramente que todos los demás que hacía x tiempo esperaban en cualquier otra parada, seguirían esperando.


Todo no termina ahí, porque las perlas de esta manifestación de protesta -y de poder autoritario- colmó el vaso de quienes viajábamos en ese interdepartamental cuando descubrimos que iniciamos una suerte de “city tour” por la ciudad de Montevideo. No por turismo, para eludir el estadio Centenario donde este sábado 15 de mayo se enfrentaban Nacional y Peñarol. Ese partido de fútbol es la razón de ser de ese paro. Antes lo eran los asesinatos de los trabajadores, ¿mañana cuál será la nueva razón?


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