Conocido artísticamente por su seudónimo Hache XXG, Horacio Camandule, es el protagonista de "Gigante", la ópera prima de Adrián Biniez, multipremiada durante el Festival Internacional de Cine en Berlín (La Berlinale). Como muchos uruguayos artistas, Camandule se dedica a varias actividades y "administra su tiempo" entre la pasión por la actuación, las presentaciones públicas de la película, entrevistas, la docencia teatral a jóvenes y las clases a alumnos de 5to año en una escuela de Camino Maldonado.
"Estaba en el ómnibus un día en Montevideo, y una señora a mi lado leía un periódico en el que estaba mi fotografía anunciando que "Gigante" había sido premiada en Alemania. Fue muy divertido, la señora me miraba y observaba el diario para comparar. Miraba y comparaba, y en un momento la miré y le dije: 'si, soy yo'", contó a Observa Camandule, a modo de relato sobre sus primeros días tras el entusiasmo y los flashes sobre la alfombra roja de Berlín. "Los niños me bajan a tierra, ellos se toman todo con naturalidad", agregó, repasando el proceso que implicó el "ser famoso". Pero la experiencia de vida y el crecimiento profesional que llegaron de la mano de "Gigante", o más precisamente de Fabián Jara, el personaje que interpreta en la película, se le escapa por los poros y se traduce en cada palabra.
Hache XXG nació en agosto de 1973. En su adolescencia comenzó a dar sus primeros pasos en la actuación, fundamentalmente, en escenarios under, teatro joven y en las escuelas, donde conoció su pasión por la docencia. En 2002 consagró esa vocación y se recibió de maestro, desempeñándose actualmente como "un educador para el arte". Luego una causalidad llevó a la otra, y un día se vio frente a un grupo de personas realizando un casting para una película que no imaginó que alcanzaría tanta proyección internacional.
¿Cómo llegaste a ser el protagonista de Gigante?
Soy socio de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) pero nunca fui amigo de los casting. Sin embargo, a través de un amigo, me enteré que había un casting en el que se necesitaba una persona grande. Pese a que me avisaron con una semana de anticipación, recuerdo que ese día tenía una animación en un cumpleaños y estar en la prueba era toda una peripecia, entre cargar el bolso, hacer trasbordo en ómnibus para llegar a un lugar y otro... de pique ya iba pensando que si no iba mejor. Pero cuando entré en Control Z me sentí muy cómodo, todo era una maravilla. Era como entrar en la cancha grande.
¿Cómo te enteraste que habías sido seleccionado?
Llegó el verano de 2008 y me encontré con conocidos de la productora en Cabo Polonio. Me moría por preguntarles cómo venía todo, y ellos sabían, pero no me lo podían decir. Una semana después estaba en Valizas y me comunicaron que tendría una reunión por la película. En una charla sin que me dijeran nada por anticipado fui descubriendo de a poco que era el protagonista. Me lo dijeron como si nada, yo estaba eufórico, no lo podía creer.
TIEMPO DE ENSAYO Y FILMACIÓN
¿Cómo fue tu primer contacto con la historia?
Desde el momento que la leí me encantó. El tiempo de ensayo fue divino. A Leonor Svarsas (Julia, en la película) ya la conocía del teatro, así que fui construyendo el personaje también en paralelo con los castings para otros actores de la película. Me servía para foguearme.
¿Como actor de teatro, cómo te sentiste al tener que enfrentarte a las cámaras de cine?
Haber trabajado con la cámara de un lado y otro en la Facultad de Bellas Artes me sirvió mucho. La ficha de muchas cosas que aprendí ahí me caían durante el rodaje de "Gigante". La gran diferencia entre el cine y el teatro la sentí con la construcción del personaje. En teatro siempre trabajaba el lado de la memoria emotiva y la historia del personaje, en el cine es más técnico, pero le propuse a Adrían Biniez construir el personaje como en teatro y le empecé a sacar jugo creándole historias de vida. Él quedó encantado.
COMO EN UNA CIUDAD DE JUGUETES
¿Cómo empezó el camino que llevó a "Gigante" a La Berlinale?
La primera gran noticia me la dio Adrián, cuando me dijo que habíamos ganado un festival para posproducción en Cuba, que nos dio U$S 250.000 con los cuales terminar la película. Unos meses después, en enero de este año, el mismo Adrián me dijo: "tengo dos noticias para vos, una es que estamos convocados a participar en La Berlinale, y dos, no se si llegamos". Le dije: "¿Vamos o no vamos, porque me tengo que sacar el pasaporte?". Y me lo saqué. Nunca había ido a Europa. Llevé el traje que usé en mi casamiento para la gala y me quedó chico. Fue una peripecia conseguir otro, pero lo logramos. Había que estar con saco negro y camisa blanca.
¿Habías visto la película para ese entonces?
No, no la había visto. Después de la exhibición teníamos marcado retirarnos de las butacas y dirigirnos hacia la parte de atrás del escenario para salir ante el público. Había un centenar de periodistas, flashes de cámaras fotográficas. Yo jugaba con ellos y les tomaba mis propias fotos; que me saliera del protocolo les divertía muchísimo. Cuando estaba ahí a un paso de salir a la premiación me sentí muy emocionado, me puse a llorar y apareció una muchacha y me retocó el maquillaje, había que estar pronto para las fotos.
¿Cómo fue el regreso?
Acá fue raro lo que pasó. Fuimos al festival y estábamos en una burbuja. Cuando llegamos a Montevideo bajamos a tierra. Llegamos al aeropuerto y nos esperaban periodistas y amigos con banderas uruguayas... yo tenía una euforia que no podía creer, me sentía en una ciudad de juguetes.
Por Yelly Barrios, publicado en Observa.com.uy
tenes que encarar mas con las visitas yo estoy intentando tener mas.... si queres pasate mas tarde http://midwestriders.blogspot.com
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