La vida en ramos rosas

No todo tiene respuestas. No todo tiene un fin. Hay suspensos y hay puntos suspensivos, que no son lo mismo. Hay Flores Rotas (Broken Flowers, 2005), o lo que es lo mismo, hay una mirada a un Don Juan venido a menos que tras una nueva separación y ante el enigma de si es padre inicia un periplo de recapitulación de su vida.

En el camino la búsqueda es la única respuesta. Cuando el pasado se presenta implacable luego de 20 años se descubre que hay personas que no cambian nunca, y que otras sin embargo sí dan un vuelco total a su existencia. Se vislumbra con sencillez y sin dramatismos que el paso del tiempo siempre deja algunas huellas. Se aprende a querer lo incierto. Se valora la honestidad. Se rescata del baúl lo que no se ve, pero que es evidente.

En este film el director estadounidense Jim Jarmusch, diseña un montaje en el que los minutos transcurren lentos, pero sin agobio. Un trabajo en el que pasan las historias y las mujeres que Don Johnston (Bill Murray) visita para obtener una respuesta a su duda. Pasan los personajes secundarios, que por momentos toman caracteres protagónicos. Pasa el tiempo. Llega el desenlace. Y luego la pregunta ¿por qué supones? ¿Por qué no eres directo?… ¿y después? Flores rotas. Marchitas.

1 comentario:

  1. Muy bien explicado. Es verdad, cambiamos pocos... Quizá lo hermoso de esas flores rotas es que antes no lo fueron. Lo significativo es, que de los dos modos tenían el valor de un mensaje.
    La vida...
    Un abrazo.

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