Uno a veces despierta de un sueño
como si fuera una pesadilla.
Descubre que estaba más dormido de lo que creía y
los sentidos lastiman con su pedido de auxilio,
Uno se toca y siente un puñal atravesándole el cuerpo
Uno mira y cree que los ojos se incendian de dolor,
huele y siente el aroma rancio de las cosas quietas.
Después del shock, por la caída y el golpe,
uno ve, siente, mira, huele y escucha
como si lo hiciese por primera vez.
Ahí uno descubre que está vivo,
y que el sueño devenido en pesadilla
es un tránsito más,
y que la piel, los ojos, los oídos, el olfato y el gusto
sencillamente vuelven a despertar
No hay comentarios:
Publicar un comentario