Murió José Saramago

Este viernes murió a los 87 años el escritor portugués, José Saramago. El mundo de las letras perdió a uno de sus más importantes exponentes contemporáneos.

Dueño de un sentido único, Saramago cautivó a lectores de todos los puntos cardinales. De toda su obra, he leído una parte ínfima. Pero en este momento una me trae el recuerdo de lo que imagino fue este hombre en su vida cotidiana.

La audacia, el atrevimiento con el que desafió la historia del cristianismo son un ejemplo. En el “Evangelio según Jesucristo”, Saramago arrancó a un inmortalizado Cristo colgado en la cruz y lo bajó con pies descalzos al mundo que todos vivimos.

Un mundo con celos, envidia, con rencores. Un mundo con amor, pasiones y deseos. Ese Cristo que escribió su vida y obra a través de la mano de Saramago es lo que somos: humanos.

El escritor fue el primer premio Nobel en lengua portuguesa y entre sus novelas se encuentran “El evangelio según Jesucristo”, “Ensayo sobre la ceguera”, “El hombre duplicado”, “La balsa de piedra”.

La muerte lo sorprendió en Lanzarote, España, debido a un fallo multiorgánico.

Conocer los errores para llegar a la verdad

“Es un defecto común en los hombres el decir más fácilmente lo que quieren que sea oído por otro que ceñirse a la verdad, Pero, para que los hombres puedan ceñirse a la verdad, tendrán primero que conocer los errores, Y practicarlos, No sabría responder a la pregunta con un simple sí o un simple no, pero creo en la necesidad del error.”

Fragmento de Memorial del convento

José Saramago

Un instante de luz

Ismael Serrano, tiene una dulzura única. Este trovador consolidado de la música española ya conquistó millones de corazones en toda Iberoamérica. Uno de esos, el mío.


Este video es de un recital que realizó en Buenos Aires en 2008. Aquí cuenta los pormenores e intimidades de Recuerdo, un tema de su disco La memoria de los peces. Es un instante de luz, poesía pura.